
1. Desarrolla metas y expectativas realistas, la cosecha es al final de los tiempos, no al final de tu reunión de jóvenes. Evita depender de resultados inmediatos para determinar el éxito o el fracaso. Los resultados duraderos llegan después, frecuentemente mucho después.
2. Invita a comer a un pastor o líder de jóvenes de otra iglesia o iglesia hermana. No hablen de los jóvenes.
3. Anticipa todo. Nunca utilices un video que no hayas visto o programes a un predicador que no hayas escuchado.
4. Conoce a los padres de tus adolescentes. Aprende sus nombres y consigue sus contactos.
5. Toma tiempo para leer libros nuevos cada año. Trata de leer un libro acerca del ministerio de jóvenes, otro sobre la administración del tiempo, otro sobre teología, uno de los clásicos y un par de novelas populares.
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6. No tengas miedo de sonreír, reírte mucho y divertirte frente a los adolescentes.
7. Visita a cada uno de los jóvenes de tu grupo en sus casas. Es importante que puedas conocer en dónde viven y con quién.
8. Imprime folletos o tarjetas contando sobre tu grupo de jóvenes y sus actividades. Hazlas llegar a los padres, a los jóvenes del grupo y a jóvenes que no estén familiarizados con el grupo. Incluye fotos, descripciones cortas, horarios y lugares.
9. Planea al menos dos retiros por año. Un día en un retiro vale más que un mes entero de sábados (o cuando realices tu reunión de jóvenes).
10. Relájate y deja que los niños sean niños o los adolescentes, sean adolescentes. Los chicos no son adultos así que no esperes que actúen como tales.
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11. Nunca canceles algún evento o reunión simplemente porque no van muchos jóvenes. Necesitarás adaptar tus planes pero no mandes a nadie a su casa. Deja que los que sí fueron sientan que son tan importantes como los que no fueron.
12. Familiarízate con la música que los jóvenes escuchan. Periódicamente discute la música con tus jóvenes en una forma positiva.
13. Toma un curso de primeros auxilios y anima a los que te ayudan a hacer lo mismo.
14. Ten a la mano un archivo de referencias para consejería. Si te sientes inadecuado o inseguro de ti mismo, no dudes en referir a tus jóvenes a manos de profesionales que tengan el entrenamiento apropiado y la experiencia correspondiente.
15. Ofrécete para servir de voluntario en un hospital local en la unidad de adolescentes o en los programas de rehabilitación de drogadictos o alcohólicos.
16. Ten a la mano un manual o sitio web de donde sacar juegos y rompehielos. Jamás usarás todas esas ideas pero la próxima vez que necesites alguna tendrás muchas de dónde escoger.
17. Has un “closet para teatro o drama” lleno de disfraces, ropa vieja y utilería para la producción de obras de teatro o ilustraciones de última hora. Pide a la gente de la iglesia que done ropa que se vea ridícula y otras cosas. *Una tienda de segunda mano es un buen recurso también.
18. Da a conocer tu disponibilidad. No des la impresión a tus jóvenes que estás demasiado ocupado para ellos.
19. Cuando los jóvenes te ayuden con algún juego frente al grupo, no te burles de ellos. Utiliza actividades para edificarlos – hazlos ver como héroes no como idiotas.
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20. No lo hagas todo solo, aunque lo hagas mejor. Aprende a delegar y a trabar en equipo.
21. Mantén listo al menos un programa o actividad de jóvenes “bajo la manga” para usarlo en caso de emergencia. Será muy provechoso cuando tu conferencista invitado no aparezca o no llegue el vídeo que programaste.
22. Pídeles a los adultos de la iglesia que “adopten a un adolescente” y que oren específicamente por esa persona regularmente.
23. Nunca improvises juegos o dinámicas y mucho menos cuando tiene jóvenes nuevos.
Gracias hno willy. No hay problema...
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