¿DONDE ESTA MI PELOTA?
"Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá".
Mateo 7:7-8
Un domingo en la mañana fui a jugar Béisbol con mis dos hijos a un campo que queda al costado de una torrentera, después de el tercer batazo la pelota (mi favorita) fue hacia la torrentera, parecía una tarea fácil buscarla, pero los escombros y la hierba hicieron la búsqueda muy difícil y sin éxito. Paso casi una hora de búsqueda con el sol y la calor que ayudaban a mi mal humor por no encontrar mi pelota.
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En fin, lo que empezó como una prometedora y bonita mañana de Béisbol estaba terminando muy mal, pero entonces me acordé de una anécdota que nos compartió mi Pastor, El contó que en el seminario cuando oraban escucho a su compañero decir: "Señor, mis calcetines ya están muy gastados, necesito otros, te pido me proveas de un par", mi Pastor con una sonrisa le preguntó porque le pide eso a Dios. El le dijo: "¿No crees que si aprendemos a depender de Dios en lo poco, podremos depende de Dios en cosas mayores?". Mi Pastor nos cuenta que en unos días su compañero tenia 10 pares de calcetines nuevos.
Eso ayudo a mi fe, y con ese ejemplo llame a mis hijos que estaban buscando la pelota y les dije: "Vamos a orar y a pedirle a Dios que nos ayude a encontrarla, porque es muy importante para nosotros, y no quisiéramos perderla". Lo hicimos y retomamos la búsqueda.
En medio de la búsqueda pensé: "Como me hubiera gustado encontrar la pelota, esconderla y orar para después decirles que la encontramos y que Dios nos ayudó a encontrarla, de seguro habría sido una experiencia que no olvidarían". pensaba yo.
Pero que error, mentirles, que poca fe tenía. Ellos aprenderían una mentira, y que lección podría aprender yo, si también quisiera depender de Dios y experimentar de su bondad. En fin pasó menos de un minuto después de que oramos y... ¡encontré mi pelota!, mi corazón saltó de alegría por la sensación de saber que Dios respondió a nuestra oración. Llame a mis hijos y oramos agradeciendo la respuesta inmediata de Dios.
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Desde ese día en cualquier momento que uno de los tres se acuerda lo que pasó ese domingo, nos señala y dice "¡¡¡NO TE OLVIDES LO QUE PASO EL DOMINGO!!!" YO NUNCA LO OLVIDARÉ.
Dios está muy interesado, más de lo que crees en que sus hijos dependan de El en todo, aún de las cosas que para nosotros son insignificantes, El esta dispuesto a demostrarnos cuanto nos ama y cuanto desea participar de nuestra vida cotidiana. Depender de Dios en lo poco nos capacitación para depender de El en lo abundante.
Amigo: "¡¡¡NO TE OLVIDES LO QUE PASO EL DOMINGO!!!, te reto a tener una experiencia igual".
"No oramos para informa a Dios de nuestras necesidades, pues El lo sabe todo.
Oramos para reconocer que dependemos de El pues sin El no tendríamos nada".
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