A continuación les compartimos hechos asombrosos ocurridos en las guerras que enfrento Israel "El Pueblo Escogido de Dios". Si te gustan los relatos, acomódate en tu silla y aunque es una redacción larga disfrútala, tendrás algo que contar a tus hijos, nietos, amigos compañeros sobre los hechos increibles que todavia suceden en Israel, donde el protagonista principal es nuestro DIOS.
HAY LES VA:
El mero hecho de que exista y prospere la pequeña nación democrática judía
de Israel en medio de un mar de dictaduras islámicas es un verdadero milagro de
la modernidad. Este arruinado grupo de personas que emergió de la Shoá (el Holocausto)
ascendió a los lugares más altos en cada área de especialidad y
profesionalismo, desde el mundo del entretenimiento a la cosmetología y a la
ciencia.
Mark Twain publicó unas palabras muy inspiradoras enHarper's Magazine en septiembre de
1899: "Si las estadísticas son correctas, los judíos constituyen una
cuarta parte de un por ciento de la raza humana. Se asemeja a un efímero soplo
de polvo estelar perdido en el resplandor de la Vía Láctea. Propiamente, el
judío ni siquiera debería ser afamado; pero es afamado, y siempre será afamado.
Es tan prominente en el planeta como cualquier otro pueblo, y su importancia es
extravagantemente fuera de proporción a su diminuto tamaño. Sus contribuciones
al mundo, que incluyen grandes nombres en la literatura, la ciencia, el arte, la
música, las finanzas, la medicina y otros conocimientos recónditos, están muy
fuera de proporción comparadas con la debilidad de sus números. Ha peleado una
maravillosa batalla en este mundo, en todas las edades; y lo ha hecho con las
manos atadas tras sus espaldas." [1]
La intención de este Estudio es explorar el papel que ha jugado el milagro
divino en la fundación y formación del moderno estado de Israel por medio del
Sionismo, el movimiento dedicado al establecimiento de una patria judía.
Orígenes del
Sionismo
El diccionario Merriam-Webster (traducido al
español por esta traductora) define sionismo como "un movimiento
internacional cuyo propósito original fue el establecimiento de una nación o
comunidad judía religiosa en Palestina [nombre usado para Israel antes de
1948], y luego el apoyo del moderno Israel." Asumiendo que esa definición
es correcta, uno puede concluir que el origen del sionismo se encuentra en Dios
mismo, el primer sionista verdadero. Hallado entre las páginas de las Escrituras
mucho antes de que existiera un problema en el Medio Oriente, encontramos que
Dios tenía un plan tanto para Su Tierra como para Su pueblo: "Porque los
tomaré de las naciones, los recogeré de todas las tierras y los llevaré a su
propia tierra" (Ezeq. 36:24).
El método que Dios siempre ha usado para cumplir Su plan sobre el planeta
Tierra ha sido el esfuerzo humano, con adicional capacitación divina. Esta
ecuación humana es la que ha adelantado la agenda sionista de Dios a través de
toda la Escritura por medio de conocidos personajes como Abraham, a quien Dios
prometió la Tierra (Gén. 17:7-8), luego Moisés, Josué y Caleb, quienes
dirigieron al pueblo para heredar el sueño sionista. Después, Dios capacitó a
los profetas para que predijeran tanto la dispersión de Israel como su retorno.
Dios usó a miles de personajes bíblicos para obrar Sus milagros, y creó una
tierra prometida para Su pueblo disperso. En referencia a fuentes
extra-bíblicos, no debemos olvidar la odisea de los macabeos en el segundo
siglo a.C., quienes alcanzaron la victoria sobre el imperio sirio y
re-dedicaron la habitación de Dios en Jerusalén: el Templo.
Aunque los libros de Primera y Segunda de Macabeos no están incluidos en la
Biblia hebrea, podemos leer allí que la ayuda de Dios, combinada con el
esfuerzo humano de la familia jasmoneana, el pueblo exhibió enorme pasión
sionista. De hecho, la asombrosa victoria que tuvo el movimiento sionista
jasmoneano y la manera milagrosa en que Dios intervino dio lugar a la fiesta
anual conocida mundialmente como la fiesta de jánuca, o la Fiesta de la
Dedicación (Juan 10:22).
Adelantándonos a
Tiempos Modernos
Si nos adelantamos a tiempos más modernos, encontramos
muchos otros personajes que Dios ha escogido con el propósito de cumplir su
agenda divina. El sionismo moderno comenzó en la última década del siglo 19 con
un hombre llamado Teodoro Herzl. Este abogado judío en Viena originalmente
creyó que el pueblo judío se debería asimilar en los países donde vivían. Esa
idea fue destinada a cambiar, sin embargo, cuando presenció la violencia
antisemita en el caso legal de Dreyfus en Francia. Ese escandaloso juicio
político, visto entre 1890 y 1990, acusó falsamente a un oficial judío de
traición; y de repente su vida adquirió propósito y significado.
Herzl escribió en su libro "El Estado Judío" lo siguiente:
"Siento que, con la publicación de este folleto, he cumplido con mi
tarea...¿Declaro algo falso? ¿Me adelanto al tiempo? ¿No han sufrido los judíos
suficiente? Veremos lo que sucede. Depende de los judíos mismos si este folleto
político se queda en mero romance político. Si la actual generación es
demasiado torpe para entenderlo correctamente, una más excelente y mejor
generación se levantará para comprenderlo. Los judíos que deseen un Estado lo
tendrán, y merecerán tenerlo." El camino hacia el moderno estado de Israel
resultaría muy difícil. Sin embargo, los que se sintieron animados por el
movimiento sionista de Herzl reconocieron que suya era una época muy
importante, no sólo para los descendientes dispersos de Abraham, sino también
para todas las poblaciones del mundo.
Herzl continuó escribiendo: "El Estado Judío es esencial para el mundo, y
por lo tanto, será creado." Aunque el padre del sionismo moderno vio que
Israel era "esencial para el mundo," no se percató plenamente de cuán
importante sería esa nación. El autor y erudito cristiano de Oxford, Dr. Ron
Moseley, dijo correctamente: "Aunque a muchos cristianos se les ha
enseñado que los judíos, en conjunto, mataron a Jesús y que han sido eternamente
malditos, la verdad es que han sido más exitosos en peores condiciones que
cualquiera otra raza." Miles de personas han admitido, y a veces de mala
gana, que el mundo no podría existir sin el pueblo judío entre las naciones.
Desde presidentes hasta filósofos, todos se esmeran por elogiar a los hijos de
Jacob.
Aún Voltaire, el filósofo francés antisemita de los años 1800, dijo: "Si
yo fuese ateo, y creyese en un ciego destino eterno, todavía creería que el
destino predestinó a los judíos a ser el instrumento más esencial para
civilizar a las naciones. Si yo fuese un ateo de la otra secta, quienes creen o
pretenden creer, que todo ocurre por casualidad, todavía creería que la
casualidad ha ordenado a los judíos para que preserven y propaguen la doctrina
de un Ser supremo, inteligente, sabio y todopoderoso del Universo, lo cual creo
es el gran principio esencial de toda moralidad y, consecuentemente, de toda
civilización."
El segundo presidente de Estados Unidos, John Adams, concuerda con Voltaire
respecto a Israel: "Insistiré en que los hebreos han hecho más para
civilizar al hombre que cualquiera otra nación." Comentarios como éstos
dan lugar a la idea de que, aunque uno sea un filósofo a medias o un futuro
presidente, la presencia del pueblo judío es un constante recordatorio de que
el Dios de Israel aún trabaja en los asuntos humanos. Ambos Herzl y Voltaire
usaron la palabra "esencial" cuando describieron la importancia de
los b'nei Israel (hijos de Israel) en la economía global. El lugar donde nacería esta nación
tan esencial era inmisericorde y hostil. Pero de ese terreno baldío florecería
algo grandioso y exitoso, cumpliendo las palabras de los profetas de antaño
(como en Isaías 35:1).
El paisaje en ese tiempo de la historia todavía era igual cuando Mark Twain lo
describió luego de visitar el país en 1867: “Un país desolado cuya tierra es
suficientemente buena, pero abandonada a abrojos...una enlutada y silenciosa
expansión...una desolación... Nunca vimos una sola persona en toda la
ruta...apenas vimos algún árbol o arbusto en todos los alrededores. Aún el
olivo y el cactus, amigos cercanos a una tierra despreciable, habían casi
desertado el país.” Sin embargo, a ese escenario desolado Dios volvería a traer
a los judíos, y del polvo levantaría la nación "esencial" de Herzl.
Cambiaría su desolación en productividad y fruto abundante.
Sueños Sionistas
Cumplidos
Si la tarea del movimiento sionista fue restablecer
una patria judía en la antigua tierra de Israel, logró su cometido. El 14 de
mayo de 1948 nació el moderno estado de Israel, cumpliendo así las palabras
proféticas de Isaías de que la nación nacería en un día (Isa. 66:8). Dado que
Dios está involucrado en el restablecimiento de la nación, uno podría ver que
el producto y la sustancia de tal evento, trabajando en conjunto con Dios,
ciertamente impactaría al mundo y llegaría a ser la nación más esencial jamás
vista. Esa chispa divina es sin dudas la fuerza tras la creación del moderno
estado de Israel, y ha sido el combustible para el movimiento sionista.
Chaim Weizmann, el primer presidente israelí, hablando ante las Naciones Unidas
en 1947, un año antes de cumplirse la profecía de Isaías sobre el
restablecimiento de Israel, describió su interpretación de la chispa divina
diciendo: "Palestina, por razones que no necesito elaborar, emite energía
e impulso al pueblo judío que no son emitidas en ninguna otra parte. No podría
decir que todo judío lo siente. No voy a decir que lo siente enseguida. Pero
hay sentimientos que crecen en cada uno de nosotros, y las piedras, los
pantanos y la arena de Palestina se convierten en una posesión preciosa a la
que vertimos nuestro sudor, nuestra sangre, nuestro esfuerzo y nuestro ingenio
para hacer lo que es."
Weizmann, un judío secular que no era dado a explicaciones sobrenaturales, usó
la palabra "energía" para describir lo que otros llamarían
"bendición" o "influencia sobrenatural." Algunos incluso
dirían que era el impulso del propioRúaj HaKodesh (Espíritu Santo).
Cierto, la mayoría de las batallas peleadas por el moderno estado de Israel son
proclamadas como sobrenaturales o milagrosas por muchos quienes atestiguan de
los hechos.
Moseley es aún más específico cuando narra la serie de luchas, comenzando con
las Cruzadas en 1096 por liberar la Tierra Santa de los infieles, luego las
masacres en Polonia entre 1648-1656, terminando con la Shoá de la Segunda
Guerra Mundial. Describe la sobre vivencia del pueblo judío como algo
"milagroso." La perspectiva de Moseley es semejante a la de David
Ben-Gurión, el primer Primer Ministro de Israel, quien dijo que "el
regreso del pueblo judío a su propia tierra ha sido el milagro más grande en
toda la historia mundial."
Verdaderamente, no existe otro pueblo o nación sobre el planeta que haya sido
conquistada, dispersada y restablecida en su tierra original dos veces sino
Israel. La historiadora norteamericana y ganadora del premioPulitzer,
Barbara Tuchman, una vez escribió que Israel es "la única nación en el
mundo que se gobierna a sí misma en el mismo territorio, bajo el mismo nombre,
con la misma religión y con el mismo idioma que tenía 3,000 años atrás."
Ben-Gurión añadió: "En Israel, para ser realista, uno tiene que creer en
milagros."
Sin importar el término, sea la colaboración con lo divino, el movimiento
sionista de Herzl, la "energía" de Weismann o los
"milagros" de Ben-Gurión, los judíos lograron que naciera el estado
de Israel. Fue ese grupo de personas, que enfrentó los obstáculos insuperables
y sobrevivió el nazismo y el fascismo, que eventualmente llegó a ser, en palabras
de Herzl, la "más excelente y mejor generación" que alcanzaría la
meta de estadidad nacional y experimentaría el cumplimiento de la causa
sionista.
La Guerra de
Independencia de 1948
El comienzo de la reconstrucción de la nación de
Israel fue explosivo, literalmente. Después de sólo 12 horas de existencia
nacional, todo el mundo árabe le declaró la guerra a la recién-nacida nación
judía. La intención de esa declaración fue unificar a toda la región en una
guerra contra Israel, quien contaba con una mínima cantidad de armas. A pesar
de que el infante Israel, con su lastimera cantidad de armas, miraba directo al
cañón de innumerables cañones árabes, pronto escribiría una moderna versión de
la milagrosa batalla de David contra Goliat.
John Westwood escribe en su libro sobre las guerras del Medio Oriente:
"Pero ellos planeaban atacar desde varias direcciones a las pequeñas
fuerzas judías, que no sólo estaban faltos de armas sino que carecían de
armas." Él describe las condiciones del Palmach, grupo que consistía sólo de 3,000 soldados de ambos sexos. Poseían menos
de 1,000 rifles, quizás igual número de ametralladoras, y municiones para durar
sólo varios días. No poseían unidades blindadas, y sólo contaban con 11
pequeños aviones civiles de uno o de dos asientos, y solamente como 20 pilotos
para volarlos.
Como resultado de lo que Ben-Gurión llamó "milagros realistas," ellos
eliminaron a las fuerzas árabes unidas, y la victoria que sólo es sustancia de
sueños se convirtió en realidad. El columnista y comentarista político de
EE.UU., Charles Krauthammer, dijo: "Ellos [los judíos] no existían. No
estaban en ninguna parte. Su disipación entre la neblina de la historia durante
el exilio de Israel en 722 a.C. no fue algo misterioso. Era algo normal que,
cuando un antiguo pueblo derrotaba a otro, los destruía, los dispersaba y los
exilaba; con una sola excepción: una historia milagrosa de redención y
restauración, no después de un siglo o de dos, sino después de 2,000 años.
Notablemente, ese milagro ocurrió en nuestros tiempos."
La Guerra de los
Seis Días en 1967
- Milagros en la Guerra
de los Seis Días: Recuento de Testigos
El pueblo de Siquem [también conocido como Nablus] es uno
de las más grandes en toda Judea y Samaria. Analistas de la FDI (Fuerzas de
Defensa de Israel) dedujeron que la conquista de cientos de miles de habitantes
de Siquem iba a ser una de las batallas más difíciles y sangrientas de la
Guerra de los Seis Días.
Como antecedente de la
versión de un testigo, es importante entender que uno de los cruces principales
del río Jordán, lleva de Jordania en el este hasta al cauce del río Tirza, que
contiene un camino bueno que atraviesa las montañas de Samaria que lleva
directo a Siquem. Esta es la travesía y la entrada a Israel que Abraham, el
personaje bíblico que provenía de la zona de Irak, utilizó, como está escrito
en Génesis 12, “Y Abraham atravesó el país hasta Siquem, hasta Elon Moreh”.
Asumiendo que la FDI
iba a avanzar hacia Siquem desde la planicie costera de Israel, el ejército
Jordano puso su artillería pesada y tanques en el otro lado de Siquem, en el
terreno montañoso con vista a las carreteras que conducen a Siquem del oeste.
Por lo tanto, el ejército israelí decidió flanquear al enemigo al combatir
primero hacia el norte y el oeste y luego devolverse para entrar en Siquem,
desde el este; “la puerta de atras”.
- Coronel Uri Banari
cuenta su testimonio de la conquista de Siquem.
“En la entrada de
Siquem había miles de árabes que agitaban pañuelos blancos y aplaudían. En
nuestra ingenuidad, los saludamos y les sonreímos. Entramos en la ciudad y nos
pusimos a pensar: Estamos avanzando y no hay desorden, no hay pánico, los
guardias armados locales permanecen allí con rifles en sus manos manteniendo el
orden, y las multitudes están aclamando.”
“De pronto sucedió
algo que cambió el cuadro completamente, en un momento. Uno de nuestros
oficiales quería desarmar a un guardia árabe. Cuando éste se negó, nuestro
oficial dio un disparo en el aire. En ese momento, todas las multitudes
desaparecieron y las calles se vaciaron. Comenzaron a disparar los
francotiradores árabes.”
“No entendía lo que
había sucedido. Hasta más tarde, logre comprender. Los habitantes de Siquem
pensaron que éramos las fuerzas iraquíes que estaban por llegar desde Jordania.
Numerosos tanques enemigos estaban situados en el lado oeste de Siquem.
Despertaron ya muy tarde de su error”.
“Los árabes fueron
sorprendidos; el miedo hacia los judíos cayó sobre de ellos. En Hebrón, y en
Siquem, en Jenin y en Jericó, los árabes estaban fuertemente armados. No hubo
ni una sola pequeña aldea árabe sin armas. Sin embargo, con mucha prisa, los
árabes escondieron sus armas y no consideraron utilizarlos. Levantaron sus
manos en alto, y señalaron su rendición con banderas blancas desde cada
edificio. El temor de Dios cayó sobre cientos de miles de árabes enorgullesidos
que estaban llenos de odio y aversión por Israel. Tan sólo ayer, habían jurado
luchar hasta su última gota de sangre”. [De HaTekufa HaGedola, el rabino
Menachem Kasher, cap. Sichú B’chol Niflaotav, p. 452, edición 5761]
- Un golpe directo sobre
un montón de municiones.
En las altas horas de
la noche, un camión cargado de armas y municiones de la FDI se estacionó junto
a un edificio de Jerusalén. Su misión era traer un nuevo suministro de
municiones a los puestos de primera línea. El elemento de peligro era enorme
puesto que de haber sido alcanzado el camión por fuego enemigo, las explosiones
subsecuentes de todas las municiones dañarían todos los edificios del área
junto con sus habitantes. De repente, el silbido de un proyectil enemigo se
escucho, y el proyectil, de hecho, impactó directamente al vehículo.
Pero el proyectil
Árabe no explotó. Se mantuvo perchado sobre un montón de municiones israelís
que estaban en el camión. [ibid, p. 456]
- 18 egipcios contra dos
soldados de las FDI.
Yisrael, un taxista
que fue reclutado para combatir en la Guerra de los Seis Días como parte de la
unidad de paracaidistas; fue asignado a la conquista de los Estrechos de Tirán.
A su regreso, dijo lo siguiente:
“Los soldados
israelíes no tuvieron que saltar de los aviones Nord que los llevó hasta los
Estrechos de Tirán. Llegaron como turistas chiflados al aeropuerto porque el
regimiento egipcio, que estaba de guardia, huyó antes de que los Israelíes
fueran visibles en el horizonte. Después de aterrizar, me mandaron con otro
soldado de reserva, un electricista, a patrullar la zona. Cuando nos habíamos
distanciado dos kilómetros, un tanque medio de Egipto apareció frente a
nosotros lleno de soldados con ametralladoras en cada lado. Sólo teníamos armas
ligeras con unas cuantas balas que no podían detener al tanque medio por un
segundo. No podíamos devolvernos, entonces permanecimos allí sin esperanza,
esperando el primer disparo, y por falta de una mejor idea, les apuntamos
nuestras armas.
Pero los disparos no
llegaron.
El tanque se detuvo y
decidimos acercarnos a el con cautela. Encontramos a 18 soldados armados en el
interior sentados con armas en mano, con una mirada aterrada en sus rostros.
Nos miraban con gran temor, como si estuviesen pidiendo clemencia. Les grité,
“¡Manos arriba!”. Conforme los dirigíamos, regrese a la calma y le pregunte al
sargento egipcio que estaba al lado de mí, “Dime, ¿por qué no nos dispararon?”
Y él respondió: “No lo sé. Mis brazos se congelaron – se paralizaron. Todo mi
cuerpo estaba paralizado, y no sé por qué.”
Resultó que estos
soldados no sabían que los Estrechos de Tirán ya estaban en manos de Israel;
¿por qué no nos eliminaron? No tengo una respuesta. Cómo puede uno decir que
Di-s no nos ayudo.”
- El Dedo de Dios.
Sr. Levanon, padre de
un piloto caído, le preguntó al Director de Operaciones de la FDI, General
Mayor Ezer Weizman: ¿Cómo fue que los aviones de la Fuerza Aérea Israelí
volaron durante 3 horas seguidas de una pista de aterrizaje egipcia a otra
destruyendo aviones enemigos, y que los egipcios no les haya informado a sus
propias fuerzas por radio de que el ataque israelí se aproximaba?
Ezer Weizmann, quien
más tarde fungió como Presidente del Estado de Israel, permaneció en silencio.
Luego, levantó su cabeza, y exclamó: “El dedo de Di-s”. [ibid, p. 445]
- La conclusión del
Periódico Haaretz.
Después de un análisis
“paso a paso”, el corresponsal militar para el periódico secular Haaretz
resumió los 6 días de guerra con esta declaración: “Aun una persona que no es
religiosa debe admitir que esta guerra fue peleada con ayuda del cielo.” [Ibid,
p. 445]
- El punto de vista de
un alemán.
Un periodista alemán
resumió: “Nada como esto ha sucedido en la historia. Una fuerza que incluye
1,000 tanques, cientos de cañones de artillería, muchos cohetes y aviones de
combate, y cientos de miles de soldados armados de pies a cabeza, fue destruida
en dos días en un área que cubre cientos de kilómetros llenos de puestos e
instalaciones reforzadas. Y esta victoria se llevó a cabo por una fuerza que
perdió a muchos soldados y mucho equipo, posiciones, y vehículos. No hay lógica
militar o causa natural que pueda explicar este fenómeno monumental. “[Ibid, p.
446.]
A medida que se acercaba junio de 1967, las turbinas
de la "energía" de Weismann comenzaron a girar de nuevo. No desde los
días de Jericó había el mundo presenciado el tipo de victoria que ocurriría allí.
El maestro y escritor Daniel Pinner escribió lo siguiente:
"Por lo tanto, cabe responder a la pregunta: ¿Cuál fue el mayor milagro en
la Guerra de los Seis Días? No existe una simple respuesta, porque sucedieron
muchos milagros, tanto escondidos como evidentes. No hay fin a las historias
documentadas de las batallas: un comandante de tanques egipcios en el desierto
del Sinaí se rindió ante una fuerza israelí sumamente inferior el segundo día
de la guerra porque vio un espejismo de cientos de tanques israelíes cuando
realmente eran menos de una docena; las fuerzas jordanas dieron bienvenida a
los tanques israelíes bajo el comando del Coronel Uri Ram porque creían que
eran tanques iraquíes que los venían a ayudar; el Cerro de Municiones, en las
afueras al norte de Jerusalén, fue capturado por un soldado israelí que, por
error, fue a investigar y cayó en una trinchera jordana una noche sin luna a
las 2:00 AM y comenzó a disparar a la ciega (la caída del Cerro de Municiones
fue un necesario preámbulo para la captura de la Ciudad Antigua 30 horas
después)."
Todas las opiniones son las mismas, léalas en fuentes seculares o religiosas,
sobre la formación sionista del moderno estado de Israel. No tenemos tiempo
para mencionar todos los "milagros" o "energías" experimentadas
entre 1948 y 1967, pero sólo es necesario decir que, sin la poderosa
intervención del Altísimo, nada hubiese quedado de los hijos y las hijas de
Abraham. Moseley comenta: "Una mera mirada casual a la 'Guerra de
Independencia' de 1948, el 'Conflicto del Suez' contra Egipto en 1956, el
'Milagro de los Seis Días' en 1967 y la victoria en la 'Guerra de Yom Kippur' de 1973 debería convencer a uno que Dios tiene puesto Su ojo sobre el
Israel de la actualidad."
La Guerra de Yom
Kipur de 1973
Al consolidarse la frontera por medio de la Guerra de
los Seis Días, y al aumentar el aliyá (la inmigración a Israel), podría decirse que las
aspiraciones sionistas del moderno estado de Israel se habían cumplido. Pero,
según Moseley, el "ojo" de Dios una vez más fue enfocado sobre Israel
en la Guerra de Yom Kipur (Día de Arrepentimiento) de 1973. Los Altos del Golán serían añadidos a la
lista de milagros evidentes que confirmaría la intención de Dios por establecer
un hogar judío nacional.
Michael Greenspan, productor de películas documentales, relata la historia de
un grupo de soldados israelíes en el Golán que se dirigían, en una clara noche
de octubre, hacia un pueblo cercano. De repente, los soldados se encontraron en
medio de un campo minado. Mientras los soldados comenzaron a palpar la tierra
con sus rifles, tratando de localizar los explosivos, un extraño viento se
levantó. El viento fue tan fuerte que removió 18 pulgadas de tierra, exponiendo
así sobre 1,000 explosivos. Tan pronto quedaron expuestos, el viento se detuvo,
y todos los hombres pudieron salir a salvo del campo a la luz de la luna. Tales
ejemplos de milagros durante la fundación de Israel deberían comprobar a los de
mente abierta que el Señor de los Ejércitos estuvo en comando de los ejércitos
israelíes.
Más por Venir
Vez tras vez, frente a increíbles obstáculos, la
pequeña fuerza que describió Westwood derrotó al gigante del combinado mundo
árabe. Nuevamente, David derrotó a Goliat en su batalla, no en un monte
escondido de Judea, sino en un escenario que cautivaría la atención del mundo
entero. Verdaderamente, se puede decir que el nacimiento de la nación de Dios
comenzó con un estallido y la más excelente generación de Herzl finalmente tomó
el lugar central entre las familias del mundo. El Ministerio de Asuntos
Extranjeros de Israel describe la redención del pueblo judío durante la Guerra
de Independencia como "un milagro [que] ocurrió en un momento de
desesperación." Milagros definieron la existencia del antiguo Israel, y milagros
volvieron a definir la historia de la reconstitución del moderno estado de la
Israel y la realización de la visión del sionismo.
Si uno quisiera caracterizar al sionismo como el movimiento expansionista más
allá de la mera creación del estado actual, recuperando el territorio total del
previo Rey David, entonces la más excelente generación de Herzl aún no se ha
manifestado. Sólo con esa perspectiva en mente podrá decirse que el sueño
sionista ha fracasado y ha quedado inconcluso. Sin embargo, es la perspectiva
del presente autor que la agenda sionista no ha fracasado.
Los propósitos de Dios realmente han sido cumplidos por medio de sus vasos
escogidos a través de las edades, y el moderno estado de Israel es
verdaderamente la renovada semilla de Abraham. ¿Esas semillas ya de regreso a
su tierra viven según la plena promesa de Dios? No, pero tampoco la mayoría de
los cristianos vivimos en la plenitud del Reino de Dios. Pero la carencia de
una total rendición al Reino (viviendo según las promesas) no significa que el
Reino no habite dentro de nosotros. De la misma manera, la falta de la posesión
territorial completa de la nación de Israel no contradice el glorioso retorno
de Jacob a la Tierra Prometida y el cumplimiento del sueño sionista nacional.
El futuro del sionismo se fundamenta en el pasado. Hace 4,000 años, las
palabras proféticas fueron pronunciadas y sellaron el destino de las
aspiraciones futuras del sionismo. Nunca más sería Jacob arrancado de su tierra
(Amós 9:15). Tanto los judíos como los cristianos esperan la llegada triunfal
del Mesías a la recuperada Tierra de Israel para asegurar las fronteras
prometidas a Abraham hace tantos años. Hasta que no se presente el Mesías, la
responsabilidad del futuro de Sion recae sobre todos nosotros. El futuro de Sion
ahora es nuestro futuro; nuestros destinos están juntamente ligados, según la
Palabra de Dios define nuestras responsabilidades. Anhelamos el día cuando toda
la tierra de Canaán se llame Israel, cuando reine la paz y cuando Jerusalén sea
puesta por alabanza en la tierra.
Hasta que no se manifieste la realidad del sionismo mesiánico, todos que se
hallen bajo el atento ojo de Dios deben mantener el texto en Isaías 62:1 como
su lema: "Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no me estaré
quieto, hasta que salga su justicia como resplandor, y su salvación se encienda
como antorcha."
Por el Rdo. Scott Stewart
Representante de PPP en Escocia
[1] Nota: Las traducciones de todos los autores citados en este artículo son
hechas por esta traductora.
(Traducido por Teri S.
Riddering, Coordinadora Puentes para la Paz - Centro de Recursos Hispanos)
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